Barcelona y Madrid se consolidan como dos de las ciudades más atractivas de Europa para implantar oficinas, no solo por sus costes de implantación más bajos en comparación con las grandes capitales europeas, sino también por la calidad y disponibilidad de sus espacios. Esta es una de las principales conclusiones del informe EMEA Office Fit Out Cost Guide 2025, elaborado por la consultora internacional Cushman & Wakefield, que sitúa a ambas ciudades como destinos preferentes para empresas nacionales e internacionales que buscan establecer o ampliar su presencia en el sur de Europa.

En concreto, el estudio revela que los costes medios de implantación de oficinas en Barcelona ascienden a 1.138 €/m², frente a los 1.083 €/m² de Madrid. Estas cifras resultan considerablemente más competitivas si se comparan con las de otras capitales europeas como París (1.161 €/m²), Berlín (2.333 €/m²), Fráncfort (2.408 €/m²) o Londres, donde los costes alcanzan los 2.671 €/m². Esta ventaja en costes, unida a una red de infraestructuras sólida, talento cualificado, buena calidad de vida y conectividad internacional, ha posicionado a Barcelona como uno de los destinos más deseados para la implantación de oficinas en Europa.

Además, pese a un entorno macroeconómico desafiante en 2024, marcado por una inflación persistente y tensiones geopolíticas, el mercado de oficinas en España ha demostrado una resiliencia notable. Gracias a la moderación de los tipos de interés en el segundo semestre del año y al fortalecimiento de la confianza empresarial, la contratación de oficinas en Europa creció un 5%, alcanzando los 10,3 millones de metros cuadrados. En este panorama, Barcelona destaca por su capacidad para adaptarse a las nuevas demandas corporativas, apostando por espacios versátiles, sostenibles y altamente funcionales.

Uno de los fenómenos más relevantes es el auge de las oficinas de categoría A, que actualmente representan el 70% de la superficie contratada en Barcelona. Estos espacios, que ofrecen tecnología puntera, eficiencia energética y servicios integrados, responden a las exigencias de empresas del sector tecnológico, startups, multinacionales y organismos públicos que valoran entornos de trabajo saludables y adaptables al modelo híbrido.

Las nuevas zonas de negocio de Barcelona, como el 22@, el eje Glòries-Diagonal o la zona franca, han reforzado aún más este atractivo. Estas áreas emergentes ofrecen inmuebles con altos estándares técnicos, buena accesibilidad en transporte público y cercanía a zonas residenciales, lo que facilita la conciliación y mejora la productividad de los equipos.

Para quienes desean invertir en el mercado inmobiliario de oficinas en Barcelona, el momento actual ofrece una combinación ideal de rentabilidad y proyección a largo plazo. La demanda sigue creciendo, los precios de alquiler se han incrementado un 5,4% durante 2024 y se espera que esta tendencia continúe, aunque de forma más moderada, en 2025, con una previsión de subida del 2,1%. Además, la llegada de nueva oferta puede abrir oportunidades para compradores que busquen negociar con mejores condiciones o diversificar su cartera de activos.

Desde el punto de vista del propietario, este contexto es especialmente favorable para poner en venta oficinas. El dinamismo del mercado, junto con la escasez relativa de espacios premium, hace que los activos bien ubicados, reformados o con potencial de adecuación generen alta demanda y valoraciones muy competitivas. Incluso oficinas actualmente arrendadas pueden atraer inversores interesados en activos con rentabilidad inmediata.

A todo ello se suma un factor cada vez más determinante: la sostenibilidad. El 46% de las empresas ha aumentado su inversión en criterios ESG durante 2024, buscando espacios que cuenten con certificaciones medioambientales, eficiencia energética, accesibilidad universal y materiales de bajo impacto. Esta tendencia no solo responde a exigencias regulatorias, sino también a una mayor conciencia social y reputacional. Los inmuebles que ya cumplen o pueden adaptarse a estas exigencias, multiplican sus opciones de venta o alquiler.

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Barcelona es, sin duda, un centro de negocios en plena expansión, respaldado por una administración que apuesta por la innovación, la digitalización y la internacionalización. Con una visión estratégica, costes razonables y un mercado en transformación, el sector inmobiliario de oficinas se presenta como uno de los segmentos más sólidos y rentables del momento.

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(Fuente: Idealista/news)